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Thursday, September 02, 2010
Wednesday, September 01, 2010
Autobombo y narcisismo extraño emergente.
Tuesday, December 02, 2008
Submit to me, a film by Richard Kern (Dedicado a Awixumayita)
Wednesday, October 22, 2008
El juguetero.
tomado de:
Stallone, quien aparece con cuatro personajes a la vez que representan sus diversas personalidades, personifica al villano Toymaker -un fabricante de juguetes-, que quiere dominar a la juventud del mundo.
Stallone dijo que le “gustó la cinta porque tiene mucho de moralidad dentro de la historia” y porque “representar a Toymaker fue una oportunidad para un despegue total, para elevarme de mi asiento y representar cinco de mis personalidades, esto fue súper”.
Opinó que la película “es como un nuevo género del Super Walt Disney. Le impone su propio lenguaje y será una sorpresa visual para el público, incluidos muchos niños que nunca han visto 3-D”. “Para mí fue una gran experiencia actuar por primera vez enfrente de una pantalla y un fondo de color verde. Fue como haberme sumergido a espacio de fotosíntesis o en la vieja alfombra de mi abuela”, señaló Stallone.
entrada de blog dedicada a Damián... y las risas a costa del juguetero...
Tuesday, October 21, 2008
Bobby Perú
Tomado de:http://www.elmulticine.com/elparnasillo/corazonsalvaje.htm
No obstante, de entre toda esa fauna de freaks (de Corazón Salvaje), si hay alguno que brilla con luz propia, ése es Bobby Peru, interpretado por el especialista en personajes excéntricos Willem Dafoe –él y Christopher Walken tienen a sus espaldas toda una galería de seres monstruosos y repugnantes–. Después de ver ‘Wild at Heart’ es imposible alejar de la memoria esa secuencia en que Bobby Peru agarra del cuello a Lula y le susurra al oído: “Di fóllame”, con el primer plano de sus dientes podridos y la lascivia retorciendo su bigote de pisaverde a lo Clark Gable.
Lynch idea una escena tensa, inquietante, escabrosa, ridícula e incluso excitante, un cóctel que parece imposible de mezclar. La tensión se apodera del espectador cuando Lula, en su ingenuidad, le abre la puerta a Bobby, un individuo de mala catadura cuyas intenciones de adivinan protervas. Luego introduce un matiz humorístico, pero que acrecienta la inquietud, cuando le pide permiso para orinar. La tensión aumenta cuando le pregunta por Sailor y Lula le responde que ha salido. Entonces el espectador sabe que el astroso ex marine va a intentar abusar de ella, quien, para más inri, lleva por todo atuendo un ajustadito camisón negro con encajes y transparencias. Para hacerlo más escalofriante, el facineroso descubre por el olor a vómito que inunda el cuarto de mala muerte que ella está embarazada. Después de llamarle con todo descaro “conejita”, se le acerca y le ordena, aumentando la voz gradualmente hasta el grito, que le pida que la folle. Aunque ella se resiste, y a despecho del asco que le provoca, acaba por complacerle, momento que él aprovecha, con una despreciable mueca, para marcharse. Lo más inquietante es que, a pesar de la violencia de la situación, el espectador intuye que Lula ha llegado a excitarse con las caricias de esa mano ominosa, y que al decir “fóllame” se sentía algo más que coaccionada.
La ridícula muerte que encuentra Bobby Peru durante el atraco al banco, volándose él mismo la tapa de los sesos, parece un guiño cómico a ‘Eraserhead’, cuando Jack Nance perdía literalmente la cabeza, con la que luego se fabricaban gomas para lapiceros. Este personaje encarna el mal y la demencia de la misma manera que lo hacía Frank Booth (Dennis Hopper) en ‘Terciopelo Azul’.
Lynch idea una escena tensa, inquietante, escabrosa, ridícula e incluso excitante, un cóctel que parece imposible de mezclar. La tensión se apodera del espectador cuando Lula, en su ingenuidad, le abre la puerta a Bobby, un individuo de mala catadura cuyas intenciones de adivinan protervas. Luego introduce un matiz humorístico, pero que acrecienta la inquietud, cuando le pide permiso para orinar. La tensión aumenta cuando le pregunta por Sailor y Lula le responde que ha salido. Entonces el espectador sabe que el astroso ex marine va a intentar abusar de ella, quien, para más inri, lleva por todo atuendo un ajustadito camisón negro con encajes y transparencias. Para hacerlo más escalofriante, el facineroso descubre por el olor a vómito que inunda el cuarto de mala muerte que ella está embarazada. Después de llamarle con todo descaro “conejita”, se le acerca y le ordena, aumentando la voz gradualmente hasta el grito, que le pida que la folle. Aunque ella se resiste, y a despecho del asco que le provoca, acaba por complacerle, momento que él aprovecha, con una despreciable mueca, para marcharse. Lo más inquietante es que, a pesar de la violencia de la situación, el espectador intuye que Lula ha llegado a excitarse con las caricias de esa mano ominosa, y que al decir “fóllame” se sentía algo más que coaccionada.
La ridícula muerte que encuentra Bobby Peru durante el atraco al banco, volándose él mismo la tapa de los sesos, parece un guiño cómico a ‘Eraserhead’, cuando Jack Nance perdía literalmente la cabeza, con la que luego se fabricaban gomas para lapiceros. Este personaje encarna el mal y la demencia de la misma manera que lo hacía Frank Booth (Dennis Hopper) en ‘Terciopelo Azul’.
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