Sunday, January 31, 2010
Thursday, January 28, 2010
Wednesday, January 27, 2010
La habitación roja 2. (Cuentos bastardos)
La cama vibra.
El tópico del crujir de los muelles elevado a su máxima potencia. Recuerdos intermitentes del anciano de la recepción. Su mujer, detrás, expectante. Ojos tras siniestros cristales de miope descifrando las imágenes de un televisor portátil en blanco y negro.
Mano temblorosa de anciano cogiendo los tres billetes de mil que le tiendo cortésmente. Me da una tarjeta a cambio. Una tarjeta y un número. Pasaporte temporal al sexo por el sexo.
Follar.
A eso hemos venido.
El amor se quedó anclado en la imaginación inocente de nuestros respectivos amantes ocasionales que nos juraron amor eterno. Y esta vez, como tantas otras veces, tampoco emerge el sentimiento de culpa.
A veces, nuestros delirios verbales nos llevan a plantearnos la idea de que no somos humanos. Me preocupa mucho la certeza de esta hipótesis absurdoetílica.
Buscamos nuestra propia pureza en un estado etílico continuado.
En su bolso, negro como el agujero de su culo, hay una botella de JB. Suero. Sangre. Plasma. Soma. Maná. Dejamos al viejo a años luz de nuestras vidas. Entramos en la habitación desconocida.
Cama, armario, mesitas. Un lavabo enorme.
Embriagador.
Taza irresistible. No tardo en vomitar. Una San Miguel entre doce Woll-damms.
Ella me observa con cierto aire de sorpresa.
Mi estómago suele resistir.
Hoy no. Luego, después del vómito, me siento como nuevo. Me quito la camisa. Me quito los pantalones. Antes, he dejado la cámara fotográfica en el armario empotrado. La excusa para venir aquí era hacerle unas fotos de contenido erótico.
Ella ya está desnuda.
Cuerpo de musa de Corben*, el dibujante americano.
Sus pezones disparan sus flechas de deseo. Se clavan en mis testículos. Y mi polla, en apenas un par de segundos, señala el techo obligándola a la mamada.
Diosa MAMADA.
Su campanilla susurrando obscenidades a mi glande.
El sonido de succión.
La saliva como cascada.
Su lengua diabólica sobre la vena del placer.
El fantasma de la eyaculación precoz.
El conocimiento. Su insaciabilidad.
Ella siempre se lo traga. Se podría decir que se nutre de ello.
Semen engendrador de vida. Proteínas, calorías y todo lo demás.
Ella saciada.
La succión posterior a la eyaculación. Atormentadora.
El calambre. El orgasmo.
Su lengua blanca. Su blanca garganta.
El escozor en mis cojones.
El glande próximo a la explosión nuclear a escala reducida.
Humedad en las sábanas.
Cambio de tercio.
El último recuerdo: mi rostro entre sus piernas.
Sus jugos en mi boca.
Las palabras.
Mis palabras.
-“…no sé que decirte, es una historia muy cruda, muy triste. Demasiado triste.”
Ella me ha contado una traumática experiencia infantil. Demasiado lastre desagradable. Todo lo vomita sobre mí. Aunque es consciente de que no le sirve de nada. Y a mí cada vez me hunde más y más. En sus miedos. En sus culpabilidades. En sus frustraciones. En su locura latente.
Se levanta de la cama.
Su desnudez parece coagularse sobre la atmósfera claustrofóbica de la habitación roja.
Una lámpara gime al fondo.
Ella camina hasta su silla. Se sienta. Abre el cajón. Gesto inexpresivo. Mirada perdida en el desgastado papel pintado que insiste en cubrir las paredes. El papel pintado no le devuelve la mirada.
Saca la botella de JB. Desenrosca el tapón. Bebe.
Algo de whisky resbala entre las comisuras de su boca.
Su lengua lo atrapa. Su lengua.
Atrapado.
Me gustaría ser como una de esas gotas de whisky. A veces.
Siempre.
Constantemente.
Ella me mira con gesto cansado. De costumbre. De hábito. De rutina.
Pienso que no le importa lo más mínimo.
Miedo. Tengo miedo. Ella lo sabe.
-“¿Por qué no me cuentas lo de tu intendo de suicidio?”.
No recuerdo cuántas veces me ha hecho la misma pregunta. No recuerdo cuántas veces le he contado la misma historia. Pero, a ella parece no cansarle. Se alimenta de mi dolor. Quizá se trate de eso.
La cama se transforma en ataúd. Oprimiéndome.
La miro desesperadamente. Suplicando.
Ella ignora mi sufrimiento.
Vuelve a beber. Anulándome.
Sólo parece interesada por la historia de mis fracasos.
Mi primer fracaso.
Mi primer suicidio.
- “Todo fue a causa de Meri, había comenzado como una relación amorosa cualquiera… empiezas a coger tics y vicios y a partir de ahí tú mismo te vas liando. Había algo en ella que me volvía loco, era tan natural… como un diamante sin pulir, tan extremadamente pura y sin prejuicios. Me excitaba, sí, supongo que todo se reduce a eso, al sexo, al morbo, a jugar a vivir fuera de lo convencional. Meri era perfecta para eso.”
Hago una pausa.
Dejo que el fantasma de Meritxell me posea una vez más. Por un instante, casi me olvido de ella, que sigue sentada allí sorbiéndome poco a poco. Entre trago y trago. En la penumbra de la habitación roja.
-“El encuentro fue casual, el momento y el lugar apropiados, supongo, y demasiado alcohol en el cuerpo. Siempre el maldito alcohol, pero, algo de ella me atrajo desde el primer momento… su ternura, su manera de ser, de actuar, de pensar… era diferente, era como un ángel caído que aún conservaba gran parte de su gloria y esplendor. Y ahí empezó todo, ahí comenzó la gran crisis… en demasiadas ocasiones habíamos rozado las puertas del infierno. Nuestra relación se había convertido en una especie de obsesión enfermiza, que Meri dio en denominar metamorfosis espiritual… algo así como un cambio de estado, ella leía muchos libros raros… decía que era como dejar de ser escoria para pasar a ser algo divino, pero, el error fue que olvidamos lo más importante, el hecho de que ambos habíamos sido expulsados del paraíso hace muchísimo tiempo…
Un día, sencillamente, llegué a casa y la encontré muerta en la bañera. Se había cortado las venas, aún tenía la cuchilla de afeitar en la mano. Recuerdo que había sangre por todas partes, pero había también algo extraño en la escena… y era su cara, la sonrisa de su cara… por un momento pensé que había encontrado la felicidad que siempre decía buscar y que la había hallado a través de su propia muerte… y de mi dolor…
…no sé cuántas horas permanecí allí, de pié, inmóvil, mirando su cara… quizás una eternidad. Mirando sus ojos marrones, sus labios sensuales, sus pezones fríos y enhiestos, su pelo, la invisibilidad del recuerdo de sus caricias, que ahora ya eran imposibles. Lo único que recuerdo con claridad es que, en ese momento, me sentí morir por dentro, que me quedé vacío, en trance… a la deriva. Desesperado…”.
Ella parece comprender.
Almas muertas. Eso es lo que nos une y nos condena.
Lo que nos obliga a follar.
Luego, recupero el sentido del momento presente.
Prosigo mi historia.
-“Luego, llegó la soledad. Una soledad insoportable, la angustia, el dolor. Una noche me tomé un frasco entero de Aneurol, sólo por ver qué pasaba. Ella era adicta a las pastillas y a muchas otras cosas. Alguien me encontró… estuve en coma un par de semanas, eso es lo que me dijeron. Es extraño, pero cada vez que pienso en todo aquello lo único que recuerdo con claridad es su sonrisa de felicidad, su sonrisa sobre su pálida cara de muerta…
No me dejó ninguna nota, ninguna explicación. Nunca sabré por qué lo hizo o quizá es que no lo quiero saber. Aunque, a menudo, llego a la conclusión de que no me sorprende lo más mínimo que la cosa acabara así… nunca llegué a entenderla, a entender su desesperación, su sufrimiento interno, sus llamadas de socorro, su angustia… sólo pensaba en mí, en mis necesidades, en mi egoísmo de mierda… Eso es lo que más me duele ahora…”.
Paro.
Suspiro. Me duelo.
Ella me observa.
La seguridad que le transmite el vidrio de la botella se hace evidente. Es una seguridad indestructible. Inquebrantable.
Hay llanto contenido en mis ojos. Ella se siente celosa.
El amor le sigue preocupando. Su desconocimiento. Su inexperiencia.
Aunque siempre haya fingido amar a su hombre. Y que su hombre la amaba. Y lo que su hombre amaba era su seguridad. Su independencia. Su libertad. Su aparente falta de prejuicios. Su personalidad descarnada. En estado puro.
Único. Inconcebible en estos tiempos de hastío emocional.
Su fragilidad, su sensibilidad, su creatividad.
Y el hombre la vampirizó dejándola vampirizarle.
Se fingió débil. La enamoró a golpes de fragilidad afectiva.
La engañó con su dependencia.
“Cuídame o me muero”.
Y la mujer se rindió.
Y nació ella.
La dualidad, lo imposible, la locura. El deseo.
Sexo, carne abierta y mil veces succionando mi erección. Y tragando, tragando… hacia su estómago. Mi necio semen copulando con sus entrañas saturadas de infortunio, licor barato y miles de padecimientos psicosomáticos.
*Procedente de una familia de granjeros del Medio Oeste americano, Corben se estableció en Kansas City, donde estudio arte y reside con su esposa Dona, con la que tuvo una hija de nombre Beth.[2] Mientras trabajaba para una empresa local dedicada al cine de animación (Calvin Productions), comienza también a publicar sus primeros trabajos en fanzines underground. Su primera historieta, Monsters Rule, se publicó por entregas entre 1968 y 1969 en el fanzine Voice of Comicdom. En ella están ya presentes, en clave paródica, los temas y procedimientos preferidos de Corben: la ciencia ficción, el erotismo y la repulsa a las instituciones establecidas, especialmente la religión y el ejército. La primera obra importante de Corben fue, sin embargo, Rowlf.[3]
En los años que siguieron, Corben siguió publicando en numerosas revistas, generalmente del circuito underground, y en 1970 incluso intentó autoeditarse su propio fanzine, Fantagor, lo que se saldó con un rotundo fracaso. Su incursión en el terreno del cine de animación resultó en un cortometraje, Neverwhere (1971), que se destaca sobre todo por constituir la primera aparición de uno de sus personajes más emblemáticos, Den. En 1972 Corben abandonó definitivamente la empresa en la que trabajaba para dedicarse por entero al cómic.
Colaboró en las revistas de la editorial Warren Publishing Creepy, Eerie y Vampirella, con varias historietas de terror y posteriormente, en 21st Century, pero su consagración definitiva llegó en 1975, con la publicación de la serie fantástica Den en Métal Hurlant y luego otras revistas como Alter Alter, Heavy Metal y Totem.[4] El personaje, que procedía del corto Neverwhere, era un ingeniero de la Kansas contemporánea que se trasladaba a un mundo de violencia y grandes aventuras, repleto de bárbaros, brujos, horribles monstruos y mujeres de pechos enormes. En el traslado, la apariencia física del personaje sufría una transformación y de un hombre enclenque y pacífico pasaba a ser un héroe musculoso "sin un pelo y sin un trapo, luciendo una polla radiante y juguetona pero también inútil y caduca",[5] dado que el autor no quería caer en la pornografía. Su nombre, Den, procedía de las iniciales de su identidad pasada, David Ellis Norman.
Trabajó con varios guionistas, entre los que se cuentan Bruce Jones o el conocido escritor de ciencia ficción Harlan Ellison, aunque son sobre todo recordadas sus colaboraciones con Jan Strnad, como Las mil y una noches o Mundo mutante.
En los últimos tiempos, ha dado sus personales interpretaciones de personajes como Hulk o John Constantine
(Continuará)
Monday, January 25, 2010
La Fanzine en el Norte de Castilla.
EN VALLADOLID
La Fanzine #2 ya está disponible en papel y formato digital
25.01.10 -
EL NORTE DIGITAL
VALLADOLID
La Fanzine #2 ya está disponible en papel y formato digital en diversas ubicaciones de la ciudad de Valladolid (La Curva, Banksy INC, Café Teatro, Facultad de Filosofía y Letras, Berlín, Penicilino, Escuela de artey la JOCE ). Hablamos con Pat y Awi, alias de Patricia Maestro y Adriana Bañares, dos blogueras, escritoras, melómanas y estudiantes de la UVa, para que nos hablen de su publicación.
Las coordinadoras de la publicación, Awi y Pat, buscan colaboraciones para el próximo número, que versará sobre el insomnio como tema común a todas las obras presentadas.
¿Cómo surge la idea de crear La Fanzine?
Ocurrió una tarde de agosto. Adriana estaba en Logroño. Patricia en Bembibre.
En una conversación de Messenger, decidimos abrir el blog de La Fanzine con vistas a editarla más adelante en papel, cuando nos encontráramos en Valladolid en octubre, donde ambas estudiamos Filosofía. Abrimos La Fanzine con el tema La Sociedad porque creímos que podría ser un tema atractivo por lo mucho que de ella se puede decir. Y estábamos en lo cierto, porque para el primer número, y en menos de dos meses, contamos con la colaboración – totalmente desinteresada - de más de cincuenta artistas, entre los que se encontraban los poetas David González y José Ángel Barrueco; artistas gráficos como Eduardo Alvarado y Joaquín Aldeguer; y Manolo Campoamor y Silvia Escario, vocalistas de los grupos punk Kaka Deluxe y Último Resorte respectivamente.
¿Existe espacio y lector de fanzines hoy en día? Obviamente no tiene la acogida que podrían tener este tipo de publicaciones en sus orígenes, pero creemos firmemente que el fanzine es un medio de expresión y pensamiento apto para la cultura urbana. Además, en estos tiempos del copyright, donde parece que compartir arte y cultura en general es un delito, las publicaciones independientes se erigen por todos aquellos que aún creemos en la libertad de expresión y que consideramos que el arte y la cultura han de estar en la calle, al alcance de cualquiera.
¿Por qué lleváis a cabo una edición digital y otra impresa? ¿Qué os procura cada uno de los formatos?
La edición digital nació porque creemos que Internet es la nueva herramienta de expresión por antonomasia. No hay más que ver la cantidad de blogs personales que existen. Y todas las plataformas como Myspace que posibilitan que miles de artistas puedan mostrar y compartir lo que hacen. Incluso da lugar a que se rompa la barrera entre el artista y el espectador, aunque sea de manera virtual a través de comentarios. Comenzamos creando el blog (http:://lafanzine.blogspot.com), después vino el MySpace (www.myspace.com/lafanzine) y por último Facebook.
El blog es la publicación digital de lo que luego será el Fanzine en fotocopias.
En cada número tenemos “colaboradores en serie”. Durante el primero, contamos con el escritor José Manuel Vara y su novela corta “La Habitación Roja”, la cual se fue publicando capítulo a capítulo cada lunes. Ahora, para La Fanzine #2, contamos con la especial colaboración de Patricia Godes cada martes, con su serie “De Kunta Kinte a Barack Obama. Una historia de la cultura afroamericana a través de la música y el showbiz.”
Ambas publicaciones, la digital y la impresa, se necesitan una a la otra: porque no todo lo que se publica en el blog esta´ en el fanzine, ni todo lo que hay en el fanzine, esta´en el blog.
El MySpace nos ha servido para tejer una red de conexión entre artistas (nuevos grupos independientes, artistas urbanos, mc’s…) y por último creamos la página en Facebook (que ya cuenta con más de cuatrocientos “fans”) que es simplemente una versión en Facebook del blog, pero que nos ha ayudado para llegar a muchísima más gente. Por ejemplo gracias a estas redes sociales, conseguimos colaboradores como Oswaldo Pérez, que dirige un programa de radio y reside en Canadá y Silvia Lissa, de Argentina.
Versión impresa porque queríamos recuperar el espíritu del fanzine. Queríamos ir al Todo a 100 y comprar pegamento y tijeras, celos y papeles de colores, y recortar y pegar y pintar y desvariar… Queríamos un soporte tangible que pudiéramos dejar en cualquier parque, bar, o dárselo a cualquiera que viéramos por la calle.
La Fanzine impresa es cien por cien autofinanciada, ajena a cualquier institución o mecenas, completamente gratuita y sin publicidad entre sus páginas.
El próximo número tendrá como tema principal “El Insomnio”. ¿Quién propone los temas?
Los temas van apareciendo. La idea de realizar el número tres sobre el insomnio, surgió la noche de la presentación de La Fanzine #1 en el CSO Absenta (antiguo colegio de Yagüe, Logroño) hablando con Ricardo, uno de los fundadores de este centro social okupado. Pensamos que este tema es apropiado porque la gente del gremio suele ser un poco insomne.
Buscáis colaboraciones, ¿qué criterios seguís para publicar los contenidos de unos y otros autores?
No solemos censurar. Lo único que pedimos es que no nos escriban como si le estuvieran escribiendo un mensaje al colega. Como artistas versátiles, tenemos una mente abierta y toda colaboración nos es bienvenida.
¿Por qué es tan importante la música para La Fanzine#2?
Porque, quién no ha encontrado en ella la fuerza necesaria para salir ahí fuera. A quién no le ha atrapado la melancolía al escuchar una canción, de repente en un bar. Quién no ha pulsado el play, alguna vez, esperando la voz de un amigo. Y quién no ha vagabundeado en las calles inmerso en una melodía. Joder, nosotras cada día.
Más información, en la URL del e-zine: lafanzine.blogspot.com.
Publicado por LA FANZINE en lunes, enero 25, 2010
Diana..."otro concepto de reflexión".
La habitación roja 1. (Cuentos Bastardos)
La Habitación Roja
(Foto 1: Bele)
Dedicado a Adriana,
que ha conseguido abrir una ventana en mi pasado...
"Soy de una raza al borde de la extinción"
Autodefinición
"BIENVENIDOS AL FESTIVAL DE LA CARNE APALEADA"
Nota escrita en un graffitti.
Silencio.
El ligero roce de la brisa nocturna en las sábanas.
Sueños inquietos.
Pesadillas.
A veces, las pesadillas me obligan a regresar a la habitación roja. Las cortinas que cuelgan desde el techo provocan inocentemente una metamorfosis cruel de la luz. Rojo sanguinolento empapa nuestros rostros, como si de una máscara mortuoria se tratara. Rojo coagulante. Sexos heridos. Sangre en las entrañas. Almas y pasión. Locura. El festival de la carne apaleada.
Despierto bañado en sudor frío. Sudor y miedo.
Imagino que mis pupilas son rojas.
Rojo exagerado. Violento. Homicida.
Mis ojos buscan con desesperación reconocer los objetos familiares que configuran el reducido universo de mi habitación. La habitación donde me escondo.
El dolor proviene de la intuición.
Conocimiento.
Saber que sólo es cuestión de tiempo.
Me levanto.
Camino.
Tropiezo un par de veces. Es el ritual de ir al lavabo. Luz mortecina que proviene de una bombilla solitaria. El vómito acude de inmediato. Hace dos semanas que me viene sucediendo lo mismo. Empiezo a habituarme al dolor.
Sufrimiento.
No estoy a salvo. Tengo miedo. Miedo.
Las pesadillas juegan con sus propias reglas. Reglas dictadas por mentes diabólicas. Reglas que podrían acabar con mi cordura. No recuerdo cuando la perdí.
Recuerdos que me persiguen.
Sabor salado inundándome la boca.
Agua en los pulmones. Mojada sequedad en la nariz.
Voces a mi alrededor. Gente inquieta. Gente que desea salvarme. Desconocidos a los que parezco importarles. Como epílogo, el sonido torturador de la sirena de la ambulancia, que me conduce de nuevo al corazón de la vida.
Segundo intento de suicidio. Segundo fracaso.
Me voy acostumbrando a mi nuevo hogar. Habitación blanca de hospital. Diminutas baldosas hexagonales estallan en asépticos tonos grises que se dispersan por el suelo. Por todas partes. En todas direcciones.
Sigo sin atreverme a mirar debajo de la cama.
Mi compañero de habitación finge no observarme, pero estoy seguro de que lo hace continuamente. Me observa con diplomática desconfianza.
Algunas enfermeras me tratan con cautela.
A la defensiva.
Como si fueran conscientes de que tengo un pasado.
Como si conocieran mis secretos.
Los secretos de la habitación roja.
Ella.
Ella y sus cabellos teñidos. Color de la prostitución. Color del hundimiento. El humo de su cigarrillo deslizándose sobre mi piel. La sangre secándose alrededor de las heridas abiertas con sus uñas. Coagulándose bajo la epidermis en todas las zonas delimitadas por las marcas de sus dientes. Dientes amarillos. Dientes de fumadora habitual. De fondo, aún resuenan los ecos apagados de mis gritos de animal herido. Acorralado. Y sobre mis gritos, sus gritos de fiera en celo. De bestia de la pasión más primitiva. Fuegos extinguidos. Un volcán entre sus piernas. Mi miembro herido. Exhausto. Tirado sobre las sábanas. Envidiando perderse entre sus pliegues.
Semen resbalando sobre sus nalgas.
A ella le gusta así.
Que eyacule fuera de su cuerpo.
Negación del útero.
Espermatozoides muertos en el espacio exterior.
A ella le gusta de esa manera. Como los animales. A cuatro patas. Dice que, a veces, prefiere no mirarme a la cara. Así todo resulta más fácil. Es extraña.
Se aproxima la hora.
Su amante habitual llega a las ocho. Como cada día. Su madre se deja oir desde la cocina. Su refugio. Su claustro. Su monasterio. Su tesoro. Su arte.
A veces, sólo a veces, creo que la envidio.
Me pone los pantalones.
Antes, se entretiene lamiendo mi sexo muerto.
Un inevitable soplo de vida.
Ella como torturadora.
La inevitable erección.
Luego, el sonido desagradable de la cremallera al ser cerrada con violencia. Su risa exagerada. Mi grito mudo. La cremallera enganchando la piel. Los ladridos del perro tras la puerta.
Y la habitación roja se transforma en el templo del diálogo, de la cultura, del trabajo literario, del arte, de la creatividad. De la farsa, del engaño.
Ella se ha vestido sin limpiarse. Su hombre no le hará el amor esa noche.
La certeza.
El amor al riesgo.
La atracción por jugar con la cordura del otro.
La habitación roja como mundo con reglas propias.
Reglas dictadas por el interno más veterano de un frenopático de los años treinta.
Sus reglas.
Ella.
El deseo y la carne.
La pérdida de la condición humana.
Su risa interminable. Su locura cotidiana.
Mi válvula de escape.
Mi perdición.
Sonido estridente de llaves en la cerradura.
Su olor. Olor de hombre esclavizado. Feliz.
Ella abre la puerta. La habitación roja desaparece. El mundo real hace acto de presencia. Ruptura.
Esconde la botella de whisky.
Simula jugar a su juego.
Al de su hombre. Al de su madre.
Su perro lo sabe todo.
Yo finjo ser el mismo de siempre.
Contacto.
Palabras vacías como pretexto. Huída.
Ella me acompaña hasta la puerta. Cierra su otro mundo detrás. Una puerta con cristal de colores. La misma conversación de siempre. La complicidad.
Almas gemelas en cuerpos de diferente sexo.
Lo curioso es que ninguno de los dos tenemos alma.
Calmantes. Calmantes. Calmantes. Mi cerebro amortajado.
La sonrisa estúpida de una enfermera.
Olor a hospital. Desinfectante.
Me siento peor que si estuviera muerto.
Odio fracasar.
Odio vivir en la habitación roja.
Odio vivir fuera de la habitación roja.
Odio vivir.
Sin ella.
Tengo miedo.
Calmantes. Calmantes. Mi miedo atenuado.
Calmantes.
(Continuará...)
Sunday, January 24, 2010
de Dragones y otras bestias...
Thursday, January 21, 2010
Patty, Patty, Patty....
Wednesday, January 20, 2010
Xavi Villanueva. "Un nuevo amanecer". (Maqueta íntima)
maqueta intimista de Xavi Villanueva rodada por Vara con cámara de fotos .Gracias a los amigos que crearon una atmósfera mágica...
Próximamente, si nos dejan: Xacra Tour
Monday, January 18, 2010
Xacra Tour: Villanueva &Vara
Friday, January 15, 2010
Acción es León Video
Festival de Performance ACCIÓNesLEÓN 09 organizado por el Ayuntamiento de León en colaboración con la Universidad y el Ateneo El Albeitar, comisariado y producido por Ignacio Galilea, Aida Jaidu y Ana Celada. Las tendencias más relevantes del arte de acción con sus mejores representantes dentro de España, en un festival único por su diversidad.Participantes en esta primera edición : Josechu Dávila, Maria AA, Mudanzas Contemporáneas, Begoña Grande, Yolanda Pérez Herreras, Ramón Churruca, Troddin, Bailarinas Parabólicas, Cuco Súarez con Ernesto Avelino, Bartolomé Ferrando, Carlos Llavata, Nico Baixas, Roxana Popelka y Pepe Murciego, Antonio de la Rosa, Marcelí Antunez, Hyperpotamus, Llorenç Barber con KatsunoriThe Action art festival of Accion es Leon it has been made by the cooperation between the city hall of Leon and the independent curator Ignacio Galilea and Aida Jaidu. National performance artist has been making diversal works in this discipline, artistst as Josechu Dávila, Maria AA, Mudanzas Contemporáneas, Begoña Grande, Yolanda Pérez Herreras, Ramón Churruca, Troddin, Bailarinas Parabólicas, Cuco Súarez con Ernesto Avelino, Bartolomé Ferrando, Carlos Llavata, Nico Baixas, Roxana Popelka y Pepe Murciego, Antonio de la Rosa, Marcelí Antunez, Hyperpotamus, Llorenç Barber con Katsunori, the best representation of the today performance art seen in Spain.
tomado de:
Wednesday, January 13, 2010
Zoo: Trees.
Mi regalo de Reyes...
Monday, January 11, 2010
La Muerte de Bunny Munro
Sunday, January 10, 2010
Adriana Bañares: Live.
tomado de:
http://www.youtube.com/user/CuervoRojoSoviet
Adriana Bañares recitando en el acto conjunto con aitor Cuervo ( el Azote de la Naranjas y la Niña de las Revoluciones).