Dejé de creer en Dios con 15 años. Supongo que provoqué enfermedades psicosomáticas indirectamente a mi madre. Los llamados "daños colaterales". A partir de ahora he dejado de creer en otras cuestiones menos trascendentes para la humanidad, pero infinitamente importantes para mi mundo interior. El hecho es que lo inevitable es escribir. Este sí que es un hecho vital, necesario e ineludible. Adictivo y casi enfermizo.
Poema: Universo ácido
Universo ácido
a la altura del alma,
hemorragia de tóxicos
en la penumbra insondable
de un trauma infantil olvidado"
cadencias obsesivas
en días simbólicos,
que no tienen nigún significado
especial.
Abajo,
bajo tus pies,
el calor del infierno parece volverse
húmedo,
como la sangre que brota,
descontrolada,
desde tu corazón.
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