En el infierno no hay bares.
Para Alfonso "Xen" Rabanal.
Alguien me mintió,
como venía siendo habitual,
como yo venía haciendo tantas veces,
sistemáticamente,
con el objeto de evitar estrellarme contra la realidad
y descomponer partícula a partícula
mi reducido microuniverso...
...Alguien me mintió,
ahora sé que en el infierno no hay bares;
en el puto infierno del jodido satanás
sólo hay amoralidad
y ganas de joder al bastardo cristiano,
pero en cien mil fuegos fatuos a la redonda ni un puto bar,
ni un puto barril de cerveza,
ni un puto Jack Daniels con hielo,
hielo de fuego
a la sombra de un volcán de pecados absurdos...
...Alguien me mintió,
en el infierno no hay bares,
ni siquiera la excusa de una conversación interesante
sobre lujuria
y otras perversiones sexuales.
El infierno dejó de interesarme
un 20 de mayo absurdo
en una detestable primavera
en la que te transformaste en mi madre
sin yo ni siquiera advertirlo...
...para decirme que el alcohol
tenía mucho que ver con mi físico y nada con mi cerebro;
Satanás se convirtió en un jodido pringado
el día en el que el sexo dejó de interesarme
como instinto primario,
el día en que empecé a pensar
que todo estaba jodidamente acabado,
como este poema,
como los amigos que te vendieron por 30 monedas
en un bar saturado de demonios menores,
que nunca existío en en jodido Infierno.
Poema inédito del libro
"Daño Selectivo".
Poema como agradecimiento a Xen
por su maravilloso prólogo.
1 comment:
cojonudo poema... y gracias, siempre, a ti...
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