Mi
bestia interior
(Un
poema original de J.M.Vara)
Intérprete; Enery Ordoñez
Música: Sergi Puertas
Idea original: Manel Cronenberg
Filmado y Editado por Óptika Orgánika
Son las 12: 22 minutos de la madrugada.
Una fría madrugada donde la luna llena no tiene
ningún sentido.
Nunca me gustó.
Nunca me gustaron las fantasías de góticos
mediocres.
Yo soy algo más.
Yo era algo más.
Veo los minutos y segundos pasar lentamente.
El tiempo ha dejado de tener sentido.
Quiero disfrutar de mis últimos minutos antes de
partir.
Sé que la idea es absurda, pero sólo porque nadie
lo ha hecho antes… nada más.
Siempre me gustaron los cuchillos.
He fantaseado con su filo penetrando en mi carne.
Mi carne sucia.
Mi profundidad.
Mi vicio.
Mi perdición y mi negrura.
El sexo con hombres siempre me repugnó.
Ya hablé con psicólogos.
No sirvió de nada.
Mi padrastro me jodió la vida y me arrastró al lado
oscuro de mi cerebro.
Tuve un cerdo como guía a las pesadillas, a los
claroscuros del alma.
A la noche de la vida.
Quiero disfrutar de mis últimos minutos antes de
partir.
Irme para dejar de sufrir.
Para dejar de desgarrarme por dentro.
De lacerarme el alma.
Quiero dejar de sufrir.
Son las 12: 40 de la madrugada.
Pienso en él a veces.
Veo su mirada.
Sus manos sobre mi cuerpo.
Atada, como tantas veces.
Amordazada.
Callando mis gritos.
Mis gritos mudos de rabia.
Sus manos apretando mis pechos.
Apretando.
Hiriendo.
Manos de hijo de puta.
Manos violentas.
Golpes en la cara.
Veo los minutos y los segundos corriendo sin prisa
por la esfera del reloj.
Espero decidirme para matar ese cuerpo que tanto
odio y tan frágil
como los huesos de un recién nacido…
Quiero matarlo y condenarlo a ese vacío sin
gloria,
Pero los recuerdos me persiguen egoístas hasta
estos últimos momentos…
Su voz.
“No te dolerá”, “no te dolerá, bonita”, “bonita”….
Su polla dentro de mí.
Su polla.
Su cerebro penetrando en los laberintos de mis
intestinos.
Mierda, cabrón.
Mierda, cabrón.
Sólo hay mierda y rabia.
Mierda y rabia.
Pienso en esos recuerdos.
Esos recuerdos que quedarán para siempre en mi
memoria.
Recuerdos que me hacían sentir culpable por
desearlos.
Por excitarme con ese pensamiento.
Con el de la violencia.
La suya.
Excitarme.
Su sexo aplastándose contra mi cuerpo.
Sus jadeos en mi nuca.
Culpable.
Culpable.
“Niña mala”.
Esos recuerdos…
…los fantasmas de los recuerdos vendrán a por mí.
Soy culpable.
Miro por la ventana.
Esperando algo.
No sé muy bien qué.
Veo la noche.
La noche que quiere tragarme y tengo ganas de
llorar
y de que las lágrimas me dejen ciega,
Ciega de recuerdos y seca por dentro.
Lloro para crear una tormenta que disfrace mis
recuerdos.
Su aliento.
Sus manos.
Su piel.
Su deseo.
Lloro.
Y lloro porque vuelvo a ser consciente de todos y
cada uno de mis recuerdos,
siento todo y no siento nada.
Sé que todo era una mentira asquerosa que me hace
sentirme patética…
Patética.
Lo soy.
Por eso mi alma me ha hecho un favor y ha decidido
ser libre de este cuerpo patético,
de este cuerpo que ya está descompuesto
y que está empezando a infectar a mis
sentimientos…
los que me dicen que una vez me quisieron…
Patética…
lo soy.
Estoy sentada mirando las velas.
Esperando todo y esperando nada.
Luego me meteré dentro de la bañera con el
cuchillo.
El cuchillo que quiero que me ame.
Que desgarre mis entrañas.
Soy culpable.
Culpable.
Patética.
Las moscas yacerán sobre mi cuerpo cuando todo
esto pase.
Luego, vendrán las lágrimas.
Unas serán sinceras, pero la mayoría falsas, como
mi propia vida.
Las lágrimas caerán sobre el regazo de mi cuerpo
frío y pasará el tiempo.
Luego, lo olvidarán y lo dejarán pudrirse en un
sucio y oscuro hueco,
un hueco sin flores.
Pero mi alma será libre viendo los minutos y los
segundos pasar.
Mi alma.
Aún creo en ella.
Sí, lo sé.
Soy patética.
Patética.
Lo soy.
Sergi Puertas.
Manel Cronenberg
MI BESTIA INTERIOR. Óptika Orgánika FILMS.