Thursday, February 09, 2012

UNA VIDA CUALQUIERA EN EL PASILLO DE LAS CONTENCIONES

UNA VIDA CUALQUIERA EN EL PASILLO DE LAS CONTENCIONES
J.M.Vara. 8/02/2012


















Lo observé durante dos meses antes de que muriera de atragantamiento,
generalmente, lo manteníamos aislado en el pasillo de las contenciones,
el que daba a las habitaciones de las mujeres,
entre los lavabos y las duchas y los cuartos de los hombres
que dormían solos,
los de las puertas cerradas con llave por la noche;
se llamaba... (quizá su nombre no importe demasiado)
y en sus ojos, si observabas bien, podría apreciarse el azul infinito
de un cielo que era de dominio exclusivo de unos pocos,
los elegidos,
los alternativos,
los diferentes,
los ETIQUETADOS;
A menudo se desnudaba en aquel pasillo
y volvía a vestirse a su manera,
aunque la combinación de ropa interior y peto con cremallera por detrás
daba poco margen para variaciones estilísticas...
no llevaba calcetines para evitar el riego de que se los comiera,
no llevaba pañal para evitar la ingesta de celulosa...
de día no se le ponía;
Se llamaba... (quizá su nombre no importe demasiado),
se llamaba por su nombre y sonreía con facilidad,
en ocasiones, nos alegraba la mañana...
con sus ojos azul celeste y con sus ganas de cantar,
y su especie de baile ritual,
pero su psicomotricidad solía traicionarle y se daba de bruces contra el suelo,
y la profunda brecha en su cabeza no cicatrizaba jamás,
restos de sangre pegados en las paredes,
herida en carne viva,
herida latente,
herida física,
herida indiscutiblemente emocional;
se llamaba... (quizá su nombre no importe demasiado ahora)
y parecía feliz a su manera,
y le encantaba que lo sacáramos a pasear...
entonces alzaba los brazos hacia el cielo estirándose
como para cogerlo,
y seguía haciéndolo hasta que volvíamos
al pasillo de las contenciones en la segunda planta
de un psiquiátrico cualquiera,
allí donde lo estuve observando día tras día
durante dos meses,
antes de que muriera de atragantamiento.




Dedicado a Javier,
feliz en el otro lado, en ese paraíso más allá de sus ojos azules...,
en ese paraíso que no alcanzamos siquiera a vislumbrar.
(Paraíso locura)
Para tí... me encantó cantar todas aquellas canciones contigo.  






2 comments:

princesa inca said...

heavy ,delicado,genial
me gusta muchoooo

atrocity exhibition said...

gracias, Princesa...
abrazo,
Vara