“El amor come directamente del ojo de tu culo y bebe los restos de los vasos que van dejando todos los enfermos por la historia. El amor camina como el ser humano que te dio la peor paliza, aunque no tenga piernas sino alones de cuervo”
–Javier Corcobado–
tomado de:
MAXI DE LA PEÑA SANTANDER
La XIX Muestra Internacional Caja Cantabria de Teatro Contemporáneo, una apuesta por montajes y creadores fuera de los circuitos más comerciales y afrontada con la organización conjunta de la Obra Social de la Caja y el Aula de Teatro de la Universidad de Cantabria arranca el próximo jueves con la obra 'Agrio beso'. Esta propuesta fundirá música y teatro sobre el escenario de Tantín con el veterano actor y director de escena Juan Navarro y el músico Javier Corcobado. El suicidio, a través de la ironía, el humor, entre el rock maldito y el teatro, se aborda en una obra singular que rinde homenaje a quienes mueren antes de tiempo.
Uno de sus dos protagonistas, el músico Javier Corcobado nació en Frankfurt (Alemania) en 1963, hijo de emigrantes madrileños. A los dos años su familia se mudó de nuevo a Madrid. Poeta y músico de la desesperación y el desgarro, Corcobado ha sido considerado por la crítica durante años como el príncipe del underground nacional. Ha sido uno de los artífices de buena parte de los grupos más avanzados y arriesgados de la música española de los ochenta: 429 Engaños, Mar Otra Vez y Demonios Tus Ojos. Es a partir de 1989 cuando comienza su carrera en solitario con el disco 'Agrio Beso', creando poco después su propia banda: Corcobado y los Chatarreros de Sangre y Cielo. Su antología poética 'Yo quisiera ser un perro' acaba de ser publicada recientemente.
-El concepto de vanguardia está cada vez más adulterado. ¿Cuál es su visión cómo músico y escritor?
-La vanguardia es sinónimo de ansiedad; es llegar cinco minutos antes a algo. Creo el concepto de vanguardia es no poder manejar bien la paciencia.
-¿Ofrece un discurso meditadamente caótico y vehemente en su obra musical?
-Mis intenciones musicales son vicios que tienen que ver con el ruido y la disonancia, pero también tengo una vertiente de cantante romántico. Estas formas estéticas se complementan cuando se juntan las dos. Con la violencia sonora sangra la hierba y con la melodía se forma una capa de ternura que es necesaria.
-A usted o se le odia o se le ama. ¿Pasar inadvertido es la muerte del artista?
-A un artista le puede llegar a suceder como a un peatón, a un ciudadano de a pie, que puede pasar inadvertido por la calle.¡Eso es fantástico! Si quiero podría llegar a ser como invisible. Pero ocurre que los artistas, que somos los que generamos una obra, queremos que nos aplaudan. Eso ocurre con cualquiera que suba a un escenario.
-¿Cuál es el estado de salud de su ego?
-Lo trato de exorcizar en el escenario. Es aconsejable una mesura entre el ego y la euforia.
-En sus comienzos, a mediados de la década de los 80, formó parte de bandas como 429 engaños que lo asociaron a los grupos de ruido.
-Nos llamaron desde free ruido a jazz ruido. En los medios de comunicación se buscan etiquetas para que se entiendan las cosas. 429 engaños era un grupo muy libre y escucharse los unos con los otros era muy difícil. Yo componía todas las canciones. Utilizábamos riffs desarmonizados, ruidistas, con una base de bajo, batería y sintetizador. Luego fundé Mar otra vez que tenía un ingrediente de rabia, más próximo al rock and roll.
-¿Por dónde iban sus influencias primigenias?
-Estaba influido por el movimiento 'no wave' de grupos neoyorquinos como Contortions o los ingleses Pop Group. La canción melódica está muy presente en mi trabajo. Últimamente me ha marcado mucho 'Carioca' de Fred Astaire.
-Curiosamente su primer disco firmado en solitario llevaba el título de 'Agrio beso', la obra de teatro que le trae a Santander.
-Antes grabé con Demonios tus ojos. Lo que en principio iba a ser mi primer trabajo en solitario se convirtió en un disco de grupo, pero sabíamos que tenía una fecha de caducidad. Juan Navarro y yo nos conocimos en aquella época y entre 1990 y 1991 nos mudamos a Berlín donde hicimos un grupo con tres guitarras y una batería, de onda 'noise rock'. Desde entonces viene nuestro contacto. El decidió poner el título a mi primer CD, 'Agrio beso' y así quedó.
-Acaba de publicar su antología poética 'Yo quisiera ser un perro'. ¿Cómo catalogaría su faceta como escritor?
-La poesía es imposible de catalogar, al menos no se debería. Para mí es fundamental callar y mantener un silencio respetuoso cuando se recita un poema. Personalmente es un acto fisiológico porque todos los días tengo la necesidad de escribir uno, cuatro o seis poesías. Aunque también reconozco que hay mucho fraude en la literatura, supongo que como en otras disciplinas artísticas. La recopilación consta de mis poemarios 'Chatarra de sangre y cielo', 'El sudor de la pistola 13', 'Perpetuo viaje sin hogar', escritos en México, 'Edad Sol', que fueron perdidos por la editorial, y 'Poemas de Almería'.
-¿Cómo define su necesidad fisiológica, casi enfermiza, de escribir poesía?
-Como una especie de tara. La he amamantado toda mi vida y no sería lo que soy sin la poesía. Influyen de una manera directa y frontal en mi música.
-¿Qué empatía tiene con músicos estrechamente vinculados a la poesía como Jim Morrison, Lou Reed, Pattie Smith o Bob Dylan?
-Con Jim Morrison, toda, ya que los Doors ha sido uno de mis grupos favoritos. Respecto a Lou Reed, me identifico más con su etapa en The Velvet Underground, por las melodías y el ruido. Con Pattie Smith, sólo me gusta alguna canción suelta, y con Dylan, nada, salvo 'Hurricane'.
-¿Qué le llevó a vivir a México?
-Llevo yendo a México desde 1992. Me fascina la capital, DF. Acabo de volver de allí y de grabar durante dos meses mi nuevo disco que se llamará 'Nadie' y se editará en el mes de enero de 2009. Durante este último periodo compaginé el estudio de grabación con cuatro conciertos que estuvieron muy bien.
-¿Se considera un músico alternativo? ¿A su edad cree en esas etiquetas esnobistas?
-¿Alternativo? Yo soy un cantante romántico. Desde pequeño adoro a los 'crooners' de toda la vida como Fred Astaire, Matt Monro, Frank Sinatra, Raphael, Nino Bravo.
-¿Regalando títulos a la entrevista? Le cambio el argumento. Hábleme de la idea conceptual de obra de teatro 'Agrio beso' y de su rol en el entramado escénico.
-Creo que Juan Navarro es la persona más indicada para hablar de ello. Él ha creado un pequeño universo, microscópico, sobre el medicamento y la libertad del suicidio. Hay momentos intensos musicales y visuales. Me parece una comedia fabulosa y estoy muy implicado en ella porque me ha hecho hablar en escena y canto canciones antiguas mías.
1 comment:
Estupenda entrevista. Gracias por compartirla...
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