Saturday, June 16, 2012

El tiempo del hombre muerto.

 

lunes, 11 de junio de 2012

El tiempo del hombre muerto/Blue notes/Presentación, I.

¿Qué es una nota de Blues?
La Wikipedia la define así:
Si a una escala pentatónica menor se añade una nota extra a distancia de cuarta aumentada (desde la fundamental), se obtiene una «escala de blues». Esta nota extra, que define la escala de blues y la sonoridad de este estilo recibe el nombre de «nota de blues». Amén.

La Blue note es la nota característica del Blues. Por ello, como complemento a la publicación en papel de El tiempo de el hombre muerto, y para devolverlo a sus orígenes "virtuales", que no pierda la esencia de la improvisación no lineal, he dejado las notas aclaratorias -o no- de la novela para este espacio que hoy inauguro. Me propongo así que todo chirríe aún más en el adocenado oído occidental que ya no quiere escuchar los gritos de alarma y sí los silbatos que distraen una realidad que nosotros generamos al protestar virtualmente pero sentarnos en nuestras poltronas para ver el fútbol... así les justificamos, así tragamos con todo lo que nos echen, hermanos cerdos... esa es nuestra acomodaticia realidad.

Blue note: Presentación del Tiempo del hombre muerto/parte primera: Ensayo Z. Una antropología de la carne perecedera, de Jorge Martínez Lucena

El tiempo del hombre muerto es una visión de los últimos seis años de mi vida, nacida en directo en este blog al igual que La Cámara de Niebla... es una cara b de las servilletas de papel que emborronaba con mi lefa en garitos por donde me perdía en la era preinternet. Decir que es la cara b, no es menospreciar este escrito, ni situarlo por debajo de mi primera novela: La cámara de Niebla. Tradicionalmente, en las caras ocultas de los singles, el grupo musical nos dejaba una visión particular de su música, o una sorpresa, un algo que muchos consideraban que era su verdadero yo musical, así lo reiteraban en las entrevistas.

Al repasar lo que he escrito durante estos años aquí, en directo, entre la niebla, me he encontrado sin querer con un puzzle cuyas piezas cuentan una historia desde diferentes puntos de vista. Algunas de esas piezas esbozaron la Cámara de Niebla... pero otras no tuvieron cabida en ella porque tenían un tono algo diferente: eran más combativas, portaban en su interior una carga explosiva de mala hostia.


Esta mala hostia es la que ha compuesto este blues que ahora os presento. Sus orígenes se sitúan a principios de este año, cuando bajo el título de País Outlet, abrí un blog en el que fui recopilando estos escritos, sin pensar nunca en publicarlos en papel, tan sólo como contrapunto a este Blues entre la niebla que canto desde hace, en julio, seis años.


Ha sido un periplo acojonante, y desde aquí quiero agradecer a todos aquellos que me habéis acompañado, este libro va dedicado a vosotros, los que habéis tenido los arrestos de sumergiros en esta niebla y dejaros ir sin guía ni rumbo entre las palabras que se cantan a la luz azul de la luna en un cruce de caminos.


Sigue siendo un canto personal que busca alguna luz. Un constante diálogo en soledad. Una batalla con las sombras internas, un pacto con el diablo... de tú a tú, de cara frente a un espejo que se fracciona.


Es un canto improvisado, que nace de un interior rasgado que protesta, que busca desesperadamente una solución a su inmovilismo, que intenta recabar en sí las fuerzas necesarias para levantarse e iniciar un sendero que le saque del cruce de caminos en el que pierde su vida en la inacción.


Es un canto en contra de la sociedad que oprime, aunque el protagonista ya sabe que la opresión nace de él, que él es quien hace la sociedad y la hace todos los días con sus silencios, su miradas hacia otra parte, sus pataleos al saberse engañado, estafado... pero qué difícil es avanzar hacia uno mismo, intentar ser consecuente, conocerse, dar el primer paso para la auténtica revolución...


No es un canto pesimista. Considero que el pesimismo nace cuando no se puede o no se quiere encontrar una alternativa y es más fácil pararse, engañarse, y creerse un voyeur de la demolición desde dentro... Es lo más fácil: morir autoengañado. Así muere alguien que se castra a sí mismo y no tiene los cojones de luchar y morir de pie. Así muere un país. Así mueren los borregos que piensan que la libertad es esa puerta que te abren y que te lleva al matadero. Así mueren los zombis.
Pero a estos escritos les hacía falta un nexo de unión. Éste llego cuando Jorge Martínez Lucena me dejó un comentario en una entrada que titulé: Ases zombis, y en él me dio a conocer un libro que acababa de publicar: Ensayo Z. Una antropología de la carne perecedera.


Ensayo Z. Una antropología de la carne perecedera
Este libro intenta algo nada fácil. Propone la admisión teórica, en el campo de la filosofía continental, de un concepto como el de zombi. La idea de fondo es que lo zombi funciona a la perfección como metáfora antropológica de ciertas idiosincrasias del sujeto actual. Aquí se intenta, a modo de ensayo, un juego filosófico apoyado en la gran versatilidad como símbolo del zombi o, si se quiere, lo zombi. Ensayo Z describe el objeto del que vamos a intentar hablar, el zombi y todas sus polisemias, su historia cultural, su constitución como género en diversas artes, especialmente desde el cine. Igualmente nos presenta paralelismos entre los merodeadores o mordedores y elementos tan actuales y cruciales como la depresión, la crisis o la conflictiva diferencia entre el hombre y el animal. Además nos presenta la validez del zombi como categoría filosófica de deconstrucción a través de textos tanto de Foucault como de Derrida. Pero, sobre todo, este texto está guiado por un ánimo apocalíptico en un sentido muy distinto al que habitualmente se quiere significar con esta palabra. Este Apocalipsis, que según el autor sería deseable que nos aconteciera, está relacionado con la superación de una auténtica pérdida de visión que sufrimos frente a la alienación o inautenticidad en la que vivimos en nuestras sociedades de consumo. Superar este sopor existencial requeriría de una toma de conciencia y de una acción deconstructora posterior sostenida en coherencia, y no de ese mero seguir sobreviviendo que nos acerca a la zombificación. Este libro pretende ayudar a este cometido de la mano de textos de distintas procedencias: del cómic a la filosofía, pasando por la sociología, la psiquiatría y las más cercanas literatura y cinematografía.

Al ir leyendo este acojonante ensayo, me di cuenta de que ambos, cada cual en su estilo, teníamos un objetivo común: la reivindicación de lo oscuro:


Se me crea o no, quizás una de las mayores intencionalidades latentes en este libro sea ésta, la de preservar lo oscuro... Nos dice el autor en la página 102.


Creo que es un ensayo imprescindible para conocer esta sociedad que construimos entre todos.


El 22 de marzo asistí a la presentación de la editorial Origami en Madrid y allí, Antonio Huerta, sin conocernos de nada, me pidió un libro para publicar... en una semana. Espoleado por los presentes, lo cuento en la novela, acepté el reto... y así me pasé casi dos meses sin dormir. Pero el armazón de lo que ahora puedes leer, si te place, lo hice en una semana... sin dormir, gracias infinitas al mate de hoja de coca que me traje de Perú.


Me acordé de lo que tenía hecho en el blog: País outlet, sí... pero me hacía falta darle una cierta forma, tampoco mucha, es mi parecer que si algo nace en un medio no puede perder la esencia de su nacimiento... por lo que al trasladarlo al papel, tiene que conservar algo de esa "incorrección" de lo espontáneo, en este caso buscada, en mí siempre buscada, cuya pretensión es entrar desde el contenido, no desde la forma... aunque, y no voy a extenderme en este punto, la forma y el fondo aquí sí van inextricablemente unidos... y es un paso más que complementa a la Cámara de Niebla en esa búsqueda personal de la unión de los contrarios... en cuya difusa frontera de niebla entre luz y oscuridad nació este blues, estas Crónicas para decorar un vacío.


Al releerme en País outlet, mientras leía a su vez el Ensayo Z, me di cuenta de que teníamos, como ya me avanzó el autor en el comentario, muchos puntos en común y que ellos, efectivamente, me llevaban hacia una palabra que no había entrado en mis premisas mentales hasta ese momento, como nexo de unión de lo que había escrito: Zombi.


En su Ensayo Z, Jorge Martínez Lucena disecciona desde un lenguaje académico pero cercano, así lo declara el autor y lo confirmo, la realidad que vivimos utilizando la metáfora del zombi como el ser adocenado por los intereses del capitalismo.

Las coincidencias en el fondo se sucedían y fue cuando recordé un cuento que había escrito para la revista Al Otro Lado Del Espejo, y que se titulaba como esto que os presento. Ahí tenía el nexo, la orientación la tenía delante... no creo en las casualidades.


Por ello, así lo dejo escrito
...
Portada de Julia D. Velázquez para Origami
Se puede comprar a través de la página de Origami (entra en este agujerito en la Niebla)
 
 
 

viernes, 15 de junio de 2012

Blue note Hombre muerto III/ La portada de Julia D Velázquez














- ¿Sabes hacia donde vamos, no?
- Perfectamente

(conversación mantenida con David González... hace ya un tiempo, cuando las luces artificiales brillaban embaucando a una riada de seres que todavía eran humanos).


...

casi trescientas páginas... un tocho de Niebla y Blues para perderse en los cruces de caminos... una guía que busca supervivencia, remover el polvo al dar un paso y avanzar.

Puede que la única luz que vea, como tan bien interpreta Julia D Velázquez en la portada, sea un rayo de luz que pasa al lado nuestro en este instante y nos ilumina... de nosotros depende aprehenderlo o seguir con los ojos vueltos hacia la podredumbre de nuestro ombligo.

¿Cómo atrapar ese rayo que se pierde?

Supongo que una manera es construyendo el futuro a cada paso, intentar liberarnos de los lastres del pasado una vez que somos conscientes de los engaños, los miedos impuestos que cercenan el camino, removernos para que todo se mueva, y vivir ese instante en el que nos construimos libres, sin anclajes, tan sólo mirando hacia el pasado para aprender de él, integrarlo y seguir avanzando... supongo.

Las luces del desierto, las que hoy ya sabemos que mienten, ese oasis de cartón-piedra como Las Vegas, esas que una vez nos vendieron y que llegaron a ilusionarnos, nos engañaron con sus reflejos... esas:


Y puede que ahora estemos desilusionados... pero creo que la desilusión es buena porque remueve, aun cuando sea la desilusión por nosotros mismos, bienvenido al vacío, al tuyo, eso eres: nada, ya es algo, empieza a cantar, a rasgar las paredes en donde te encierras, la desilusión es buena, sí... porque la ilusión que te han vendido, allí donde creías sentirte seguro, cómodo en el reflejo sin ser tú mismo, entretenido con los juegos de manos, esos en los que el dinero que creías tuyo cambiaba de manos en un simple pestañeo, ahora lo ves, ahora no lo ves, pero nunca lo tocaste, la ilusión en donde pierdes una vida sin participar del espectáculo, sólo pagando y pagando hasta la esclavitud que te imponen para que sigan brillando sus luces de neón y así encandilar a otra generación que tú ya eres prescindible, aúlla, muerde, la niebla es un mordisco si te queda conciencia, todos sufrimos lo que se llama la disociación cognitiva, ese momento en el que todo se rasga, se rompe, se cae, el momento en que los integristas, los que roban dinero y almas sacan a su perros a repartir hostias para que nadie quiera ver lo evidente abrumado a hostias miedos, sombras que te imponen que matan te amojaman te salan te esclavizan en pepitoria con tus despojos los pocos jugos que te queden:

Cuando una persona se enfrenta con hechos que contradicen los actuales sistemas de creencia, tienen una de dos opciones. La primera opción es entrar en modo negación rechazando los hechos como falsos con el fin de sostener el sistema de creencia elegido y continuar viviendo como antes. La segunda opción es aceptar la nueva evidencia e intentar reconstruir un nuevo paradigma interno o mapa de realidad que acomode la nueva información, lo cual podría significar el cuestionamiento de todas las demás creencias asociadas al modelo anterior.

La segunda opción es difícil y requiere de una gran fortaleza para poder dejar ir las ideas preconcebidas que tiene uno y aceptar la evidencia nueva y real. La primera opción es fácil porque no requiere esfuerzo, dolor, tristeza o el reordenamiento de la vida o de los valores. También es más confortable, y debido a que los humanos habitualmente prefieren la comodidad por sobre el dolor, la primera opción es generalmente la opción por defecto. Leer en este agujerito en la Niebla: La necesidad de la desilusión, de Timothy C.Trepanier


El brillo del resplandor
Todo lo que reluce
No es todo lo que reluce
No es todo lo que reluce

(Patty Smith)

Ellos saben que la mayoría de la gente escogerá no hacer nada, los sicólogos del sistema han hecho bien su trabajo, la opción por defecto, la ficticia comodidad que les genera el mayor dolor, lo saben, se autoengañarán hasta que estallen lateralmente, matando y matándose entre ellos: los muertos que no quieren saber que ya están muertos desde el mismo momento en que se mira hacia otra parte.

Quiero seguir viendo el brillo de unos ojos humanos, lucho por ello, sólo busco eso, no las miradas de odio que veo a mi alrededor, gente que va dándose cuenta del engaño pero que no se mira en el espejo... estoy hasta los cojones de ver ese brillo apagarse... a todas horas, no es difícil advertirlo si quieres mirar, son señales que brillan un momento, gritos ahogados que desaparecen en la oscuridad, en la que estamos, gente que no sabe llorar ni pedir y se dejan apagar, gente que son sólo estelas en el desastre, que gastan su último fósforo por ver si viene alguien, y nadie llega, nunca llega nadie, los tienes en tu muro del facebook, gritos anónimos, en la calle si quieres mirar fuera de los escaparates por donde escapa tu mirada, quizá gente que muere sin saber ni querer luchar para derramar otra sangre... pues puede que lleven luchando toda una vida, que sean como la amalgama que mantenía unida la estructura, esa gente me interesa, lucho por ella, pues esa gente está desapareciendo y al hacerlo, todo se viene abajo.

Sí... sé hacia donde vamos, en lo que ya estamos... David y yo y cada vez más gente lo sabe... ya estamos en ello... La cita con la que encabezo esta nota, debería haberla puesto en el libro, sí... hoy me he dado cuenta... pero para ello están esta notas de blues: para complementar el tocho escrito con otro tocho... aunque sé perfectamente que nadie lo va a leer... me empeño en esta sociedad de las prisas por desaparecer en reivindicar la calma y no quiero aprender ni desaprender sus dictados.

Puede que esto que lees sea uno de esos fósforos que alumbran un momento y hacen más evidente la oscuridad... en ella estamos... Puede que sea uno de mis últimos fósforos... por eso me empeño en seguir buscando una puta luz antes, un poco antes de que todo estalle.

Lo único que puedo hacer es mirar a mi alrededor e intentar hacer algo, lo estoy haciendo, llevo haciéndolo mucho tiempo...

Por ello, desde aquí declaro lo siguiente:

de momento me quedan tres meses de paro... de momento tengo para comer y emborrachar a mis fantasmas periódicamente, sacarlos pa que se oreen (intentando que no hagan daño a mi entorno aunque no lo consigo siempre).

Si algo gano con la venta de este libro, eso que llaman derechos de autor y que no sé lo que es, será dedicado a intentar ayudar en lo que pueda a un artista leonés, maestro y amigo... quizá encargándole un cuadro que luego sortearé entre quienes compren esta novela a Origami... ya lo matizaré.

Si juntamos nuestros fuegos podemos incendiar Babilonia. Lo saben.

Súbete los pantalones
no te dejes dar





súbete los pantalones y empieza a caminar...
a veces es suficiente con la mala hostia,

nunca la pierdas

no dejes que los niños cambien sus almas por souvenirs
no dejes que que les "rescaten"
no hagas del futuro un eufemismo
(sigo parafraseando a Patty)
...

si te apetece, si puedes, si todavía tienes catorce euros y tiempo para perderte en la Niebla, puedes hacerlo en este enlace:

editorial Origami


... 

2 comments:

Anna Genovés said...

Como ya le he dicho al amigo Pereza,

El hombre muerto está muy vivo... Yo diría que ha renacido de sus cenizas -como el -AVE FÉNIX- para chillar y guerrear todo lo que pueda.

Para que no vuelvan a castrarlo y a tirarlo a la basura, porque sabe que es la última oportunidad que le queda.

Hombre muerto, a esta mujer muerta también le gus llamar a las cosas por su nombre: se ha callado demasiados años y a transmutado de borrega en agitadora, por el mero hecho de llamar mierda a la mierda.

Un saludo amigos,

Ann@ Genovés

xen said...

sigamos agitando, de eso se trata... saludos...
Gracias, Mr Vara
...