Jacobina de Rivera
Intereses
Chauvinista en toda mi esencia...así que la danza folclórica es mi pasión, de igual manera la poesía, literatura y filosofía...grosso modo, soy la amante fiel de todas las musas...
El cosmos se transforma irremediablemente
Mientras tú enfermas de tiempo
Y yo de vida.
La filosofía se enerva en tus entrañas
La bastarda nos cura
Nos asesina
Y nos revive en la misma agonía del Ser.
La realidad,
Metáfora de sí misma,
Retumba en el eterno destino
En los oídos de Dios.
Permanece en la perennidad del pensamiento humano
Aquel monstruo intangible
Que fluye entorno a nuestros cuerpos finitos
Una realidad fantasmal que existe, ha existido y tal vez siga existiendo
Independiente de nosotros
La otredad que se enfrenta imperturbable ante la Nada
Y la locura como parámetro de segregación
-y es que sólo la soledad tranquiliza a mi espíritu o quizás resalta mi estulticia-
Ignoro lo que la inocencia y la malicia significan
Pero más difícil es definir la neutralidad.
Tampoco comprendo de temporalidad
(y es por ello que no enfermo de ella)
Quizás sea la razón por la que la nostalgia no me carcome
Y mis escritos parezcan espasmos irracionales que huyen de mi mente.
Soy la mórbida crónica de mi percepción mundana
Que permanece ajena a ti
A mi YO
A todo
En espera de encontrar un autor diferente a Dios.
Mientras el lenguaje adquiere sus propiedades universales,
Las transforma
Las venera
Las desprecia
Las deshecha
Y las entierra en el cementerio de la memoria
Para comenzar este proceso atávico
Una
Y otra
Y otra
Y otra vez, hasta que él mismo se enferme de hastío.
El fuego de la claridad que carboniza los sentidos,
La miopía que se concentra en los placeres mutuos
Y la luz que se empequeñece
E ilumina cada vez menos
En el lóbrego camino del mundo
Y así acaece el Hombre
Que simplemente desaparece
Ahogado por sus propias invenciones.
Las dificultades acrecientan con el paso de la vida
O al menos, así nos educaron.
El tiempo se hace mortal ante nuestros ojos
Y pasan los días sin percatarnos de ello
Mientras me enamoro de cada flor que veo adornando al concreto
Me parecen bellísimas las sinfonías urbanas que enmudecen al caos
Y a pesar de tratar de huir
Del sentido común
Es inevitable mirar un ocaso que pronuncia tu nombre
(y es por eso que yo muero de vida).
Todas las fotos tomadas de las páginas de Jacobina. El (c) pertenece a sus autores. Aquí se usan para ilustrar la poética de la autora.
Manipulaciones digitales por Vara con rendida admiración y respeto a los fotógrafos y, evidentemente,a la modelo.
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