SE SUICIDA KAREN BACK BAJO LA SOMBRA DE LA LITERATURA KILLER.
“Luego Separó las piernas de Caperucita Roja y se ensañó con su vulva
Usando la batidora Moulinex (…) Esto es literatura. Literatura Caníbal”
Oriol Rossell
En la revista Factory nº 22 (Abril-Junio 99) Oriol Rossell escribió un artículo titulado: “Nueva literatura killer, la letra con sangre entra” . Habla de un tipo de literatura desarrollada por autores de entre 25 y 35 años, que se inspiran en la novela negra, la novela de terror, los relatos pornográficos y pulp y en autores como Bukowski, Ferdinand Cèline. JIm Thompson, Irving Welsh o James Ellroy.
Rossell habla de una suerte de brutal realism, “un realismo paroxístico, lindante con lo hiperbólico, marrullero y de malos modales”.
Cita, entre otros, a Carlos Chernov, Iceberg Slim, Aldo Nove, Poppy Z. Brite, Enrico Brizzi, Jane Owen, Isabella Santacroce y VIRGINIE DESPENTES. (Como dato anecdótico del artículo cabe reseñar que cuando Rossell habla de literatura killer en España cita a dos autores: David González y José Manuel Vara , dos escritores que casualmente aparecerán años después en la antología Hank Over).
Pero, básicamente, me gustaría incidir en la escritora Virginia Despentes, que ha sido definida por la crítica francesa como “la hermana pequeña de Charles Bukowski y James Ellroy”. Ella escribió en el 98 un libro titulado Fóllame (Grijalbo-Mondadori), del que luego se rodaría una película del mismo título, dirigida por la propia Virginie Despentes y Coralie Trinh Thi (actriz porno y escritora).
“Lo que Fóllame expone es el desarraigo de dos mujeres asqueadas del mundo en el que viven, sucio no sólo por el machismo, sino por un odio omnipresente, que es el que las destruye como personas y el que las sitúa en otro estado del ser, absolutamente infrecuente y en cierto modo superior, y basado en el sexo y la violencia extrema. Rodada en vídeo, lenta en su planteamiento y, si se soporta, interesante, afronta su historia con una técnica concienzudamente provocadora, construida a partir de elementos acertados o fallidos, pero siempre radicales: una banda sonora con temas de rock duro y punk, escenas de sexo en formato tranquilamente pornográfico, una cámara que se mueve a veces a ritmo de corriente Dogma y una violencia sin tapujos, digna de la exageración de filmes como, por ejemplo, Asesinos natos. Una road movie de vidas más allá del límite, y que se empapa del odio y el extremismo de lo que cuenta hasta convertirse en una película desagradable pero con sentido, pornográfica pero rotunda, y con la virtud o el defecto cinematográfico de ser libre a costa de la provocación al espectador”
Fóllame se estrenó en el 2000. Sus protagonistas principales son Raffaela Anderson y Karen Bach, dos actrices reclutadas del cine porno. Karen Back se suicidó en el 2005.
Rescato la noticia tal como apareció en el Mundo.es:
ELMUNDO.ES
Al final, nunca hizo otra cosa que cine porno. La actriz Karen Bach, que se quitó la vida a los 31 años el 29 de enero, no había vuelto a rodar desde que protagonizó ’Baise-moi’ (’Fóllame’), la controvertida película de Virginie Despentes y Coralie Trinh Thi estrenada en 2000 y clasificada X.
Nacida en una familia acomodada de Lyon, hizo estudios de comercio y llegó al cine porno por amor. Asfixiado por las deudas, el hombre con el que se había casado le propuso rodar algunas películas juntos y ella aceptó. La pareja terminó divorciándose, pero ella continuo su carrera ante las cámaras. Entre 1996 y 1999, con nombres como Karen Lancaume o Angel Paris, rodó unas 30 cintas X con títulos como ’El castillo de los deseos’, ’Una americana en París’, ’La mantis religiosa’ o ’World Sex Tour’.
Para rodar la versión cinematográfica de su novela ’Fóllame’, una especie de Thelma y Louise en versión porno, ultraviolento, y anarco-punk, la realizadora Virginie Despentes buscaba a una profesional del X que además supiera actuar. "Tenía una dulzura, una feminidad increíble y al mismo tiempo se la sentía dispuesta a coger un hacha y destrozar una pared", dijo de Bach la directora, que desde la realización de la película mantenía el contacto con ella y decía encontrarla siempre "de buen humor".
Cuando le propusieron protagonizar ’Fóllame’ junto a Raffaëla Anderson, la actriz acababa de dejar el X, asqueada por un mundo donde "una vez que has rodado tu escena, ya no vales nada". Pero no quiso perderse la ocasión de hacer una especie de porno al revés, que suscitó vivos debates en Francia por su forma desenfrenada y su clasificación como X.
El filme, de apenas 77 minutos, narra la historia de estas dos mujeres, Nadine y Manu en la ficción, que se encuentran una noche y, en plena huida, en un frenesí de armas y alcohol, asesinan a hombres por placer. La película, "un manifiesto feminista" según la autora de la historia, incluía escenas de violación brutales que nunca se habían visto en una película originalmente pensada para su explotación en salas comerciales.
El fin de semana pasado, unos amigos le prestaron un piso en el sur de París, donde puso fin a sus días con medicamentos después de dejar una nota para sus padres.
A veces, es curioso como todo acontece. Como la vida gira y se tuerce hacia el lado oscuro. Por eso, en esta incierta noche de febrero y con las neuronas cargadas de Jack Daniela me gustaría lanzar un brindis silencioso por Karen Bach, esa malograda actriz que dio lo mejor de sí en esta agria, sucia y visceral película. Por ella y por Virginia Despentes y por Coralie Trinh Thi. Y por Oriol Rossell, que de alguna forma premonitoria, -que aún no alcanzo a comprender-, nos unió a todos bajo la sombra de la literatura killer.
Vara
15 de febrero
23.40
“Luego Separó las piernas de Caperucita Roja y se ensañó con su vulva
Usando la batidora Moulinex (…) Esto es literatura. Literatura Caníbal”
Oriol Rossell
En la revista Factory nº 22 (Abril-Junio 99) Oriol Rossell escribió un artículo titulado: “Nueva literatura killer, la letra con sangre entra” . Habla de un tipo de literatura desarrollada por autores de entre 25 y 35 años, que se inspiran en la novela negra, la novela de terror, los relatos pornográficos y pulp y en autores como Bukowski, Ferdinand Cèline. JIm Thompson, Irving Welsh o James Ellroy.
Rossell habla de una suerte de brutal realism, “un realismo paroxístico, lindante con lo hiperbólico, marrullero y de malos modales”.
Cita, entre otros, a Carlos Chernov, Iceberg Slim, Aldo Nove, Poppy Z. Brite, Enrico Brizzi, Jane Owen, Isabella Santacroce y VIRGINIE DESPENTES. (Como dato anecdótico del artículo cabe reseñar que cuando Rossell habla de literatura killer en España cita a dos autores: David González y José Manuel Vara , dos escritores que casualmente aparecerán años después en la antología Hank Over).
Pero, básicamente, me gustaría incidir en la escritora Virginia Despentes, que ha sido definida por la crítica francesa como “la hermana pequeña de Charles Bukowski y James Ellroy”. Ella escribió en el 98 un libro titulado Fóllame (Grijalbo-Mondadori), del que luego se rodaría una película del mismo título, dirigida por la propia Virginie Despentes y Coralie Trinh Thi (actriz porno y escritora).
“Lo que Fóllame expone es el desarraigo de dos mujeres asqueadas del mundo en el que viven, sucio no sólo por el machismo, sino por un odio omnipresente, que es el que las destruye como personas y el que las sitúa en otro estado del ser, absolutamente infrecuente y en cierto modo superior, y basado en el sexo y la violencia extrema. Rodada en vídeo, lenta en su planteamiento y, si se soporta, interesante, afronta su historia con una técnica concienzudamente provocadora, construida a partir de elementos acertados o fallidos, pero siempre radicales: una banda sonora con temas de rock duro y punk, escenas de sexo en formato tranquilamente pornográfico, una cámara que se mueve a veces a ritmo de corriente Dogma y una violencia sin tapujos, digna de la exageración de filmes como, por ejemplo, Asesinos natos. Una road movie de vidas más allá del límite, y que se empapa del odio y el extremismo de lo que cuenta hasta convertirse en una película desagradable pero con sentido, pornográfica pero rotunda, y con la virtud o el defecto cinematográfico de ser libre a costa de la provocación al espectador”
Fóllame se estrenó en el 2000. Sus protagonistas principales son Raffaela Anderson y Karen Bach, dos actrices reclutadas del cine porno. Karen Back se suicidó en el 2005.
Rescato la noticia tal como apareció en el Mundo.es:
ELMUNDO.ES
Al final, nunca hizo otra cosa que cine porno. La actriz Karen Bach, que se quitó la vida a los 31 años el 29 de enero, no había vuelto a rodar desde que protagonizó ’Baise-moi’ (’Fóllame’), la controvertida película de Virginie Despentes y Coralie Trinh Thi estrenada en 2000 y clasificada X.
Nacida en una familia acomodada de Lyon, hizo estudios de comercio y llegó al cine porno por amor. Asfixiado por las deudas, el hombre con el que se había casado le propuso rodar algunas películas juntos y ella aceptó. La pareja terminó divorciándose, pero ella continuo su carrera ante las cámaras. Entre 1996 y 1999, con nombres como Karen Lancaume o Angel Paris, rodó unas 30 cintas X con títulos como ’El castillo de los deseos’, ’Una americana en París’, ’La mantis religiosa’ o ’World Sex Tour’.
Para rodar la versión cinematográfica de su novela ’Fóllame’, una especie de Thelma y Louise en versión porno, ultraviolento, y anarco-punk, la realizadora Virginie Despentes buscaba a una profesional del X que además supiera actuar. "Tenía una dulzura, una feminidad increíble y al mismo tiempo se la sentía dispuesta a coger un hacha y destrozar una pared", dijo de Bach la directora, que desde la realización de la película mantenía el contacto con ella y decía encontrarla siempre "de buen humor".
Cuando le propusieron protagonizar ’Fóllame’ junto a Raffaëla Anderson, la actriz acababa de dejar el X, asqueada por un mundo donde "una vez que has rodado tu escena, ya no vales nada". Pero no quiso perderse la ocasión de hacer una especie de porno al revés, que suscitó vivos debates en Francia por su forma desenfrenada y su clasificación como X.
El filme, de apenas 77 minutos, narra la historia de estas dos mujeres, Nadine y Manu en la ficción, que se encuentran una noche y, en plena huida, en un frenesí de armas y alcohol, asesinan a hombres por placer. La película, "un manifiesto feminista" según la autora de la historia, incluía escenas de violación brutales que nunca se habían visto en una película originalmente pensada para su explotación en salas comerciales.
El fin de semana pasado, unos amigos le prestaron un piso en el sur de París, donde puso fin a sus días con medicamentos después de dejar una nota para sus padres.
A veces, es curioso como todo acontece. Como la vida gira y se tuerce hacia el lado oscuro. Por eso, en esta incierta noche de febrero y con las neuronas cargadas de Jack Daniela me gustaría lanzar un brindis silencioso por Karen Bach, esa malograda actriz que dio lo mejor de sí en esta agria, sucia y visceral película. Por ella y por Virginia Despentes y por Coralie Trinh Thi. Y por Oriol Rossell, que de alguna forma premonitoria, -que aún no alcanzo a comprender-, nos unió a todos bajo la sombra de la literatura killer.
Vara
15 de febrero
23.40
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